La estructura y funcionalidad cerebral para el área cognitiva formal: lengua, matemática y lógica quiere demostrar que las áreas cerebrales implicadas en las operaciones formales categoriales, son de alto procesamiento intra cerebral, pero no por ello autosubsistentes, sino más bien estructuras formales debitoras de las operaciones sensorio-límbicas-motoras. Las operaciones aparentemente menos biológicas, son causadas desde el modelo vital, a través de un proceso de abducción. Además, no basta su propia estructura para ser formal, más vale está condicionada desde elementos externos tales como la edad-tiempo e interrelación con el mundo, permitiendo que mientras más información tenga, producto de la exploración temprana del mundo, como también del gran cuidado emocional brindado, llegará, a través del ejercicio y de la práctica a ser un experto, sostenido por la formalización del conocimiento. Se nota que para ser experto-pragmático se requiere abundante interacción y ejercitación. Esta naturaleza obliga a repensar los procesos pedagógicos con sus didácticas, dejando la intuición, los preconceptos y la lectura tradicional y promover agresivamente desde un conocimiento adecuado de cómo trabaja el cerebro en relación con el mundo y con la praxis. Las formas educativas serán ahora más precisas y más intencionadas, por ello menos invasivas, ese decir que para enseñar aspectos específicos hay que estimular las áreas cerebrales implicadas en esas operaciones, sin dar vueltas cerebrales. Hay mucho trabajo por hacer en la pedagogía, pero primero a formarse en el conocimiento del cerebro.

¿Cuál es función principal del cerebro?  Hasta ahora se hace énfasis que su función es relacionada tanto con el mundo con sus cosas y eventos, como con los demás (Tsien, 2015). Se ha creado una relación instrumental del cerebro para el mundo: se ha buscado cómo transformar el exterior con la matemática, pero se ignoraba cómo se procesa interiormente las matemáticas (Liebovitch, L. S., & Shehadeh, 2005); se sabe cómo usar la lógica en sistemas expertos computacionales, pero no se sabe cómo es el “sistema experto del cerebro”; se conoce lo que hace y su comportamiento, pero no cómo es (Frederick, 2005).  Por tanto, hay que reenfocar la función del cerebro: su significado no debe ser sólo dependiente del mundo, sino desde el cerebro para sí mismo, comprendiendo su propia lógica. Un aporte constitutivo lo darán este estudio, partiendo del lenguaje; en efecto, éste ha sido abordado desde su naturaleza propia. Es notorio que a nivel neurocientífico, los estudios de la estructura del lenguaje, son los que más éxito han tenido (van Lieshout, et al, 2007), (Balter, 2010), (Varley, 2014).

Por tanto, el objetivo es: presentar cómo procesa y formaliza la información el cerebro desde su estructura y funcionamiento, en el campo del lenguaje, el numérico y el lógico, para demostrar que el cerebro ha condicionado su estructura a la exterioridad, descuidando su propia constitución y funcionamiento.

La metodología del documento es inductiva y deductiva. Se presenta los estudios sobre las áreas cerebrales implicadas en las operaciones formales y, de modo deductivo, se reflexiona sobre el proceso de abducción de los datos, hasta llegar a operaciones formales.

El resultado de esta investigación es que el cerebro, en su estructura formal-categorial está sostenido por las operaciones sensorio-límbicas, desde donde por abducción se llega a operaciones cognitivo-formales. El horizonte de este trabajo es que conociendo cómo trabaja el cerebro, se pueda aplicar, de modo pertinente, a la enseñanza-aprendizaje y se evite esas formas intuitivas o pre-conceptuales o ideológicas que invaden las teorías pedagógicas con sus operaciones, y que tienen como consecuencia un daño en el aprendizaje. En este sentido no se daña genéticamente el cerebro, puesto que a su nacimiento está completo, sino que se lo mal forma desde las malas prácticas y acciones pedagógicas que se han institucionalizado.

Las limitaciones del trabajo son:  que la neurociencia de las operaciones formales no está desarrollada, por ello se trabaja sobre intuiciones y deducciones lógicas; por tanto, las aplicaciones pedagogía son aún especulativas. La otra limitación es la deficiencia de financiamiento para la investigación de las operaciones cerebrales formales.