La noción más común de gesto nos remite a un movimiento de alguna parte del cuerpo humano (manos, facciones, cabeza,…) mediante el que, voluntaria o involuntariamente, expresamos pensamientos o sentimientos más allá del lenguaje verbal. De ahí el empleo de gesto también en la producción artística, sobre todo a partir del Romanticismo, cuando la obra deja de ser representación del mundo para constituirse en expresión del artista. Desde este punto de vista pretendemos analizar un aspecto de la obra cinematográfica del aclamado cineasta ruso Andrei Zvyagintsev. Alejado del cine mainstream, Zvyagintsev posee una perfectamente definida “identidad visual”, una peculiar e intransferible manera de expresarse a través de imágenes y sonidos. Así, el objeto de esta comunicación es el de analizar el empleo del paisaje en sus películas, no como mero soporte físico de la acción, sino como manera de expresar y comentar la realidad política actual que, según él, existe en su Rusia natal. Para ello, analizaremos películas de su filmografía como The Return, cuya historia, basada en la relación de un tiránico padre con sus dos hijos, se desarrolla eminentemente en una isla deshabitada y al margen de la civilización; Leviathan, en la que un relato de corrupción política y religiosa se recorta sobre el inmenso paisaje ártico de la península de Kola; o Loveless, donde un bosque con edificios en ruinas en medio de la ciuda, no deja de hablarnos del antiguo régimen soviético que aún hoy pervive.