La marca territorio se expone como un nuevo código de comunicación que puede responder a las problemáticas actuales ligadas a la globalización, tecnología, economía y medio ambiente, permite la identificación con los lugares, tanto de los actores internos como externos. Difunde por medio de la gestión de la imagen, la cultura, tradiciones y riquezas en general de los lugares, apoya en la atracción no sólo de turismo, sino de inversión, respalda a los productores internos y propicia la valoración de cada recurso por parte de la población.El objetivo de este texto es exponer las cualidades de la marca territorio como un símbolo gráfico identitario que permite la diferenciación, reconocimiento y respaldo, por lo que su construcción depende de reconocer la situación actual del territorio: las necesidades, embates, potencialidades, referentes, historia y cultura; de generar un diagnostico completo; de la construcción de redes de colaboración solidas entre los actores: la interacción social objetiva y responsable; de generar objetivos reales, creados en función de las posibilidades de la región, sin modificar, destruir o reinterpretar. A partir de una revisión de las potencialidades locales, se expone que la marca territorio debe ser fuerte, única y clara; debe aludir a los principales referentes contextuales y no solo debe responder a un signo grafico estético, sino que debe significar y responder a una iniciativa ciudadana para generar percepciones positivas, simbolizar los tangibles e intangibles de la región, debe estar construida como una herramienta para el desarrollo de un territorio en los términos que éste demande. La elaboración y gestión de la marca territorio responde a objetivos amplios por lo que se pretende mostrar a través de un caso diseñado para una comunidad en condiciones de vulnerabilidad (Villa de Allende, Estado de México), como un factor para posibilitar desarrollo social a partir de su implementación.GKA VISUAL 2020 La marca territorio como código de comunicación para generar desarrollo social