En términos generales suele afirmarse que el cine de Pedro Almodóvar se centra casi exclusivamente en el terreno de la mujer y, cuando aparecen personajes masculinos, suelen estar marcados pro al homosexualidad, la bisexualidad o la transexualidad. No obstante, resultaría demasiado simplista reducir su filmografía solo a estos personajes, ya que en sus películas también aparece una extensa y rica gama de heterosexuales, los cuales le sirven a Almodóvar de contrapunto. Es decir, estos varones heterosexuales los utiliza para subrayar, destacar o complementar el mundo femenino y de los homosexuales. El objetivo de esta ponencia es poner de manifiesto esa amplitud de heterosexuales que desfilan por el cine de Almodóvar. Grosso modo puede decirse que el hombre heterosexual como personaje principal es raro en sus películas. Es mucho más frecuente que actúe como secundario. Sin embargo, a pesar de este carácter subsidiario siempre desempeña un papel fundamental, ya que es el mecanismo que Almodóvar utiliza para resaltar los otros mundos. Es decir, este varón es el punto a partir del cual (o contra el cual o gracias al cual) se desarrolla la historia. Este hombre no es monolítico, sino que presenta diferentes perfiles. Hay varones que sufren la angustia de no responder a los imperativos masculinos hegemónicos; o los que han sido castrados, ya psicológica, ya fisiológicamente; o los que padecen porque su vida está abocada al vacío; o aquellos que encarnan el lado más oscuro del hombre: el donjuanismo, la agresividad incontrolada, al obsesión sexual, al maldad, el machismo; o lo que no-son, como el padre, que raramente aparece en sus películas. Sin embargo, también hay hombres buenos, varones generosos, protectores, entregados, que dedican su vida al cuidado de los otros. Estos son los otros hombres que transitan pro el cine de Almodóvar.