El rol del docente a la hora de elegir la metodología para el proceso de enseñanza-aprendizaje, considerando aspectos motivacionales y afectivos de los estudiantes, es fundamental para el logro de los objetivos académicos. El Aprendizaje Cooperativo incrementa el propio aprendizaje y el de los demás, por lo tanto es importante considerar la actitud del profesor en cuanto a fomentar evaluaciones equitativas y a generar espacios de análisis, de participación y de confianza en los grupos de estudiantes, que en muchos casos, pueden presentar deficiencias en la capacidad de plantear los contra-argumentos, habiendo aceptación de lo que expresan los demás, disminuyendo la habilidad para el análisis-síntesis-conclusión. El presente estudio tiene como objetivo determinar la relación que existe entre la cohesión de los grupos, como una dimensión de las relaciones inter e intragrupales y el uso de la metodología del Aprendizaje Cooperativo en estudiantes (n=215) de la carrera de Enfermería de la Universidad Estatal de Milagro, Ecuador, de los cuáles el 67,4% correspondió al género femenino y el 32,6% al masculino, con una mediana de 19 años de edad y una desviación tipica de 2,933, en un estudio cuali-cuantitativo de tipo transversal. Los instrumentos utilizados fueron el Sociograma, que mide 5 índices sociométricos grupales y la Escala de Aplicación del Aprendizaje Cooperativo, cuya consistencia interna se calculó a partir del Alpha de Cronbach. La escala cuenta con 4 opciones de respuestas tipo Likert y consta de 7 Dimensiones. Los resultados determinan que existe una correlación significativa entre la cohesión grupal y las dimensiones del aprendizaje cooperativo: Interacción, Reflexión grupal y Tutoría, sin embargo la aplicación de este método didáctico conlleva una acción disciplinada y experiencial por parte del profesor para que promueva prácticas interpersonales y grupales, y acciones cooperativas eficaces orientadas hacia un aprendizaje significativo.