El Derecho de excepción tiene y ha tenido significados singulares para la historia republicana de prácticamente toda Latinoamérica, pero es especialmente durante la segunda mitad del siglo XX, con el establecimiento de dictaduras miltirares a lo largo de todo el continente, que se produce un uso especial de los estados de excepción constitucional que se traducen en el establecimiento de gobiernos de facto. En el caso de Chile, los 17 años al mando de la Junta Nacional impuesta tras el golpe de estado en 1973, significaron un constante de "excepción constitucional": estado de sitio durante toda la duración del régimen, detenciones ilegítimas sin juicios ordinarios sino militares, que terminaron en miles de desaparecidos, presos políticos y torturados; esto, entre otros espacios que parecían ser legítimos en esta excepción constitucional causada por la amenaza de un "enemigo marxista".Las décadas de excepción constitucional se encontraron entonces en la paradoja de lo que permitía la ley (pues la junta actuaba en este pequeño espacio legal; injusto o abusivo, pero legal) y el uso de esta excepción constitucional. Sin embargo, la Junta abusaba de este recurso a la vez que violaba importantes pactos internacionales y al derecho internacional mismo, significando una vulneración y tergiversación de la cultura política, que los chilenos (políticos, gobernantes y sociedad civil), perpetuaron hasta la actualidad, siendo hoy uno de los países que más utiliza sin mayores temores, algún recurso del estado de excepción.Esta investigación es una aproximación inicial desde la historia, con fuerte apoyo de las ciencias jurídicas, al tema de una de las vulneraciones que sostuvieron el actuar del régimen de Pinochet: el estado de excepción. Se adentrará en la visión que justificará legal y socialmente este recurso: la lucha contra el enemigo marxista dentro y fuera de Chile. Esta supuesta amenaza sostiene y justifica hasta el año 1990 la existencia de un régimen autoritario dirigido por militares apoyados también por una buena parte de civiles.Desde la historiografía chilena, este es un tema ausente y poco tratado en los espacios de discusión sobre violaciones a los derechos humanos durante aquel período; y es, más gravemente, una consideración o reflexión ausente en la cultura ciudadana del país.