Lo que se expone en el presente resumen es cuestionar las explicaciones convencionales de los desastres y proponer alternativas de interpretación, a partir del análisis de fuentes secundarias sobre procesos urbanos y desastres en la Ciudad de Acapulco. Autores como Kenneth Hewitt, 1983; Blaikie, Cannon, Davis y Wisner, 1996; Calderón Aragón, 2000; entre otros, consideran que las condiciones de acceso a los recursos son consecuencia de diversas causas estructurales, las cuales determinan el sistema de clases sociales y la apropiación de la base material existente y por lo tanto, el reparto de la riqueza y el poder.  La falta de acceso a los recursos está en la base de producción de la vulnerabilidad y con ello del riesgo mismo, lo que genera que en determinadas condiciones de la historia puedan verse materializados en desastres (Calderón, 2001). En cuanto a los procesos urbanos, entendidos como la expresión espacial de las trasformaciones sociales, económicas y políticas, generadas por la aplicación del sistema económico-político vigente (Ziccardi, 2008), la Ciudad de Acapulco ha crecido y se ha transformado en función de las necesidades del turismo desde la primera mitad del siglo XX en detrimento de las necesidades de su población. El 14 de septiembre de 2013 por ej., la tormenta tropical Manuel, provocó el desbordamiento del río La Sabana y la Laguna Negra de Puerto Marqués, convirtiendo a gran parte de la ciudad en una isla, que mantuvo incomunicados a unos 20 mil habitantes de 30 colonias. Es fundamental para el análisis de riesgos, el estudio a fondo de los aspectos económicos, sociales, políticos y culturales que permita desentrañar el proceso histórico que da conformación a los procesos urbanos, para observar cómo éstos originan condiciones específicas de vulnerabilidad que hacen que cuando se presente un fenómeno natural, en él se manifieste el desastre.