En la actualidad, la globalización ha facilitado la comunicación e interrelación entre países, sociedades y culturas; por lo que las dinámicas sociales, económicas, tecnológicas y culturales se han ido modificando por el ir y venir de las personas; por lo que hoy en día la interacción entre diferentes cosmovisiones se ha hecho más frecuente; las distancias se han acortado pero las relaciones sociales nos han alejado y esto se debe a los referentes simbólicos y la carga de objetividad (valores) y subjetividad (actitudes) que cada uno trae consigo; por lo que la interacción entre individuos se ha complejizado y aunque este fenómeno social no es nuevo.  Estudiar el proceso de socialización intercultural tiene que ver con las formas de vida de los miembros de una sociedad o de sus grupos; incluye el modo de vestir, las costumbres y tradiciones, entre otras (Giddens, 2000, pág. 43); por lo que resulta interesante analizar las condiciones que inciden en el proceso de socialización intercultural de las niñas, niños y adolescentes refugiados en Alemania. Este proceso es complejo, los referentes culturales son una fuente de innumerables diferencias que impiden la cohesión social en contextos multiculturales desencadenando la discriminación, xenofobia, malos entendidos entre otros de los refugiados; hoy en día este fenómeno social ha ido en aumento, las problemáticas en diversos países han provocado el éxodo de personas, un claro ejemplo son los miles de Sirios refugiados que  han cruzado fronteras con la única finalidad de salvaguardar la propia vida. La ACNUR en 2005 reportaba 37.5 millones de desplazadas alrededor del mundo, para el año 2014 había una diferencia de 21.7, es decir eran ya 59.5 millones de personas. La migración como en fenómeno ancestral se caracterizaba por el desplazamiento de los hombres, las estadísticas que se tienen actualmente señalan el crecimiento de la movilidad de la población femenina e infantil; de acuerdo a la revisión documental y datos del ACNUR, la población infantil desplazada y/o refugiada ha ido al alza; las razones por las que las niñas, niños y adolescentes deciden cruzar fronteras se debe a diversas razones como; salvaguardar la vida, huir del crimen organizado o simplemente buscar a los padres. La proporción de niños refugiados es de 4,5 millones, mientras que las niñas son de 4,3 millones. Según Antonio Guterres, Alto Comisionado de la Naciones Unidas para refugiados señala que se ha registrado la cifra más alta de solicitudes de asilo en los últimos diez años de menores no acompañados o separados, con un total de 1,1 millones, a lo que considera que es preocupante el aumento de infantes que esperan ser reconocidos como refugiados.  El aumento de niñas, niños y adolescentes refugiados es preocupante, debido a que estos se encuentran en mayor indefensión para afrontar las problemáticas que representa el migrar y al no contar con los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas; por tal se encuentran en una situación de desventaja para hacer efectivo sus derechos, libertades y obligaciones.