La descentralización como política de gobierno se ha convertido en un argumento que atraviesa los procesos de gestión de los organismos públicos en general, tanto en Uruguay como en otros países de la región. Es explícito en los últimos tiempos el incentivo a generar políticas en ese sentido por parte de los organismos internacionales: En 2015, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de Presidencia de Uruguay, en su presentación en la Asociación Agropecuaria de Dolores manifestó como representante del Poder Ejecutivo, que la descentralización es uno de los ejes principales de las políticas de gobierno: “No entendemos otra manera de gobernar que no sea recorriendo el territorio nacional y conociendo de primera mano la realidad del sector productivo y social, sus prioridades, sus necesidades. Es la única manera de trabajar juntos, viniendo hasta aquí periódicamente”.El sector turístico como actividad industrial fundamental en el desarrollo socio-económico no escapa a la voluntad política manifiesta. Desde el Ministerio de Turismo, a través de su Plan Nacional a 2020, propone una línea de acción denominada ’’Descentralización de la Gestión y Participación de los actores como protagonistas responsables del sector”. Herramientas como los trámites en línea promovidos por organismos como AGESIC permiten descentralizar la gestión, pero ¿qué sucede con la innovación tecnológica y la planificación? ¿Es posible vincularlas pensando en un marco de caos e incertidumbre? Creemos que si, considerando las organizaciones como complejas y producto de constantes interacciones a la interna y con su entorno. En ese caso, frente a esta postura de los gobiernos regionales y del uruguayo en particular, ¿cómo visualizan la descentralización de la gestión los actores regionales? ¿Qué los motiva a participar? En definitiva: ¿Qué expectativas tienen los diferentes actores de los tres niveles de gobierno frente a la descentralización? Hablamos de Poder Ejecutivo, Intendencias y Municipios involucrados en la planificación de la regionalización de la actividad turística. Y en el orden ya no de las percepciones de los actores, sino desde un análisis científico social respecto a las particularidades locales y la globalización que permite universalizar las experiencias, ¿es viable el desarrollo local? En ese sentido, es interesante saber qué se espera por parte de los actores del proceso de regionalización, desde una perspectiva social y económica (hablamos de generación de empleo, apertura cultural, promoción, etc) Como supuesto a modo de hipótesis consideramos que si bien es valorada positivamente esta política, la expectativa de articulación entre los actores locales al momento de llevarla a la práctica es baja. Para ello se vienen realizando distintas actividades de investigación, en el marco de una estrategia metodológica cualitativa. Entrevistas a actores participantes en el Plan Regional del MINTUR, ya sean representantes de los gobiernos nacional, departamentales y municipales, así como también otros actores involucrados en el sector. Por otra parte, la ya especificada instancia diacrónica de análisis de condiciones actuales a partir del análisis científico, el éxito o fracaso de esta iniciativa gubernamental. Creemos que identificar las expectativas de los actores públicos y la opinión de los científicos, permitirá comprender mejor los procesos de implementación y su relevancia sociológica y social que involucran a toda la ciudadanía y que deben contemplar la contingencia y la innovación como parte de la planificación a mediano y largo plazo.