Ante la crisis mundial del agua, la participación ciudadana es indispensable para la creación de estrategias de gestión y manejo sustentable de dicho recurso. La organización para el manejo de los recursos naturales por parte de las comunidades ha existido desde siempre y, en el caso del agua, ha sido clave para el establecimiento y supervivencia de las culturas. Aceptando que el problema del agua es una cuestión que requiere de la acción conjunta, a distintos niveles de organización social y política, es indispensable determinar en qué consiste una adecuada participación ciudadana y, en el caso de México, cuáles han sido las fallas en dichas políticas de participación, y hacia dónde debe direccionarse una propuesta ciudadana en torno al recurso hídrico. La organización en las comunidades rurales para el manejo del agua es una buena referencia de participación ciudadana, más allá de sus estructuras de manejo, distribución y mantenimiento, el valor cultural que le otorgan al recurso es base de la voluntad social, necesaria para la acción colectiva.