El objetivo de esta ponencia sería presentar argumentos para demostrar la relevancia de estudiar los feminicidios en México desde una posición situada. La presente ponencia se aproxima, siguiendo las bases de la epistemología feminista, a un fenómeno tan preocupante en este país como lo es del de los feminicidios. Pensamos, con Donna Haraway, que la única salida frente al relativismo 'cínico' son: “los conocimientos parciales, localizables y críticos, que admiten la posibilidad de conexiones llamadas solidaridad en lo político y conversaciones compartidas en la epistemología” (Haraway, 1991: 329). Es por ello que intentamos que nuestra aproximación parta de una posición situada, pues es la que asegura la objetividad -tal como la conciben las epistemólogas feministas-. Además, a nivel metodológico, rescatamos los puntos del endecálogo que Barbara Biglia (2005) propone para llevar a cabo una Investigación Activista Feminista: 1) compromiso para el cambio social; 2) ruptura de la dicotomía publico/privado; 3) relación interdependiente entre teoría y práctica; 4)  reconocimiento de una perspectiva situada; 5) la asunción de responsabilidades; 6) valoración y  respeto de las agencias de todas las subjetividades; 7)  puesta en juego de las dinámicas de poder que intervienen en el proceso; 8) una continúa abertura a ser modificadas por el proceso en curso; 9) reflexividad; 10) lógicas no propietarias del saber; y 11)  redefinición del proceso de validación del conocimiento utilizando diferentes métodos. Creemos que intentar seguir estas recomendaciones es la manera más adecuada de aproximarse a un tema tan delicado como lo son los feminicidios, pero también creemos que los supuestos pueden servir para considerar la capacidad de agencia de los familiares de mujeres asesinadas o desaparecidas, así como de las organizaciones que luchan por visibilizar este problema, a quienes entrevistamos y/o que participan en grupos de discusión dentro de nuestra investigación.