En la actualidad el tema central en Colombia es sin duda la paz, los retos y dilemas que se presentan en el país con los procesos que se adelantan desde el gobierno tanto con las FARC como con el ELN ha generado un escenario complejo y hasta cierto punto polarizado, como el mundo mismo pudo evidenciarlo con el resultado del plebiscito en 2016 y los debates que le han seguido. Ahora bien, conscientes de que la paz no es la mera ausencia de la violencia, se han realizado un sinnúmero de eventos que buscan reflexionar en torno a las causas más profundas del conflicto y el papel que los diferentes actores pueden desarrollar en la sociedad. Razón por la cual las ciencias sociales no han sido ajenas a estos debates, siendo el punto de referencia el tema del Desarrollo Humano, en consonancia con la agenda internacional, particular con el ODS n.16 que busca “Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”. Partiendo de esta base, nos ha llamado profundamente la atención la aplicación a nuestro contexto de la llamada “Bioética social”, un concepto que desde América latina han empezado a utilizar algunos autores para referir y subrayar la dimensión social que la Declaración de la UNESCO le reconoce a esta disciplina, y al tiempo llamar la atención sobre la necesidad de abarcar campos diferentes a los que tradicionalmente ha tenido desde las ciencias de la salud. Razón por la cual desde la Universidad Pontificia Bolivariana hemos querido abordar la discusión del concepto mismo “Bioética social” y a la vez preguntarnos eventualmente de qué forma el discurso bioético puede contribuir a la construcción de una cultura de la paz en Colombia.