En la presente investigación, se  analizaron las conductas desviadas en adolescentes de bachillerato. De acuerdo con Merino, Rafael y de la Fuente, Gloria[1] no todas las conductas desviadas están consideradas como un delito, ya que aun cuando en este grupo se puede encontrar el robo o la estafa, se encuentra también las adicciones y la violencia. Algunas de estas conductas se suelen presentar desde temprana edad y pese a que afectan el desarrollo del menor, suelen no ser atendidas debido a que podrían no haberse  considerado un factor de riesgo, ya sea en el entorno familiar o escolar durante su socialización primaria. Sin embargo en la adolescencia, al ampliar su círculo de convivencia dichas conductas ponen en riesgo su desarrollo psicosocial, debido a que suelen provocar el  rechazo de su grupo de iguales. Mediante un análisis deductivo, se ha expuesto que aquellos adolecentes que presentaban alguna adicción, comportamiento violento y en especial si ya habían cometido algún delito, presentaban mayor probabilidad de incurrir en conductas delictivas.  [1] de la Fuente, Gloria y Merino, Rafael. (2007) Sociología para la intervención social y educativa. Madrid. Editorial Complutense S. A.