El estudio sobre las ciudades se nos presenta a día de hoy como una realidad adjetivada. La complejidad de la realidad urbana ha hecho que profesionales de distintas disciplinas aborden el tema desde múltiples perspectivas. No obstante, la creciente búsqueda de la novedad en el ámbito académico o el simple interés comercial de determinadas empresas tecnológicas ofrecen un panorama de la ciudad altamente fragmentado. En este sentido, en la presente comunicación, indagaremos sobre la importancia de la sostenibilidad como noción integradora de adjetivos calificativos surgidos en tiempos recientes en torno a la ciudad –inteligente, creativa, incluyente, saludable, entre tantos otros– e intentaremos, dada la naturaleza sistémica del tema, hacer ver que la misma trasciende lo ambiental e incorpora variables políticas, económicas, sociales e institucionales. Ciertamente, la sostenibilidad es una idea vieja, pero no por ello agotada. Su carácter integrador abre nuevas posibilidades para su estudio y desarrollo. Históricamente, las ciudades han ejercido un prolongado y fascinante poder de atracción, pero el estallido urbanizador del presente siglo es, desde ya, un reto sin precedentes para el conjunto de la humanidad, haciendo manifiesta la comprometida advertencia de Girardet: “No existirá un mundo sostenible sin ciudades sostenibles” (2001, p.14). Por esta razón, urge que lo urbano continúe promoviendo la suma de esfuerzos globales y locales para que El triunfo de las ciudades (Glaeser, 2011), título de un destacado libro sobre el tema, no se transforme en la derrota del planeta, y asuma la idea de equilibrio, e incluso de regeneración, para cumplir con acuerdos tan trascendentales como el firmado en París, en diciembre de 2015, en el marco de la Cumbre del Clima y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas