Este trabajo analiza a una población considerada vulnerable en México: los migrantes del centro y sur de América que buscan llegar a Norteamérica. Se relata su paso por el estado de Guanajuato, ubicado en el centro del país, en cuyo proceso son visibles las huellas del maltrato físico y psicológico del que han sido víctimas. En su mayoría se trata de mujeres y niños, quienes obligados por las condiciones de sus países de origen, han emprendido esta aventura llena de riesgos. El objetivo general es ahondar en la comprensión de las causas que los obligan a realizar esta larga travesía, a pesar de que resulta altamente probable que no la terminen y que sean deportados, o bien, que sean víctimas del abuso de la delincuencia organizada; además de esto, se busca darles voz a estos migrantes, a través de los testimonios que narran la realidad que viven al realizar este largo viaje. Se trata de un estudio de corte cualitativo hermenéutico,  que se basa en la experiencia de un agente Federal de Migración del Estado de Guanajuato, además veintisiete relatos de migrantes. Se utilizaron entrevistas semiestructuradas para la recolección de información y la observación indirecta. Con base en el análisis se llegó a la conclusión de que no obstante los riesgos que entraña la migración, la situación económica y política en ciertos países y ciudades obliga a las personas a buscar alternativas para lograr sobrevivir. Además encontramos que desde el aparato gubernamental se tienen distintas áreas de oportunidad respecto a cómo salvaguardar la integridad de esta población, la cual se encuentra ante un riesgo latente que es la violación de sus derechos humanos.