Las soluciones digitales colocan cada vez en mayores riesgos los empleos actuales, por cuenta de la automatización industrial que junto a las tecnologías de la información suplirán muchos de ellos. Detrás de estas soluciones trabajan personas que realizan mantenimiento o investigan para que los nuevos desarrollos sean cada vez más eficientes. La transformación digital no es de la tecnología sino de las personas. La innovación permanente para afrontar nuevos desafíos exige recurso humano calificado y comprometido alejado de distractores sociales, donde las personas con entornos de diversidad motriz ofrecen un alto diferenciador. La prospectiva de los nuevos empleos requiere habilidades digitales y el conocimiento de tecnologías de información especializadas, que inducen al aprendizaje continuo, colaborativo y participativo. Se propone construir currículos híbridos (regentados por la academia e industria) y flexibles, regidos bajo las pautas del diseño universal de aprendizaje, exclusivos para la población discapacitada motriz, que permitan formar rápidamente el talento humano que las organizaciones necesitan. La discapacidad no tiene por qué ser un obstáculo, se debe considerar bajo el modelo social que enfatiza la influencia del contexto en el que se desenvuelve la persona. Ellas pueden aportar a las necesidades comunitarias y empresariales en igual medida que el resto de la población. Las dinámicas educativas ofrecidas por la tecnología web y la capacitación continua que ofertan las empresas líderes de las tecnologías de la información, son una excelente oportunidad para que las organizaciones generen oportunidades de integración social a la población discapacitada. Finalmente, aprendizajes rápidos y productivos para población con entornos de diversidad funcional en empresas desarrolladoras de talento digital, proporcionan alta dinámica a los entornos educativos actuales y entregan el recurso humano que necesitan los diferentes sectores productivos en el mundo.