La finalidad del presente trabajo es comprender la distancia que existe entre la percepción que cada persona tiene de su desempeño, y la forma en la que las demás personas lo perciben; considerando la presencia de diversas competencias, que inciden en las fortalezas y áreas a desarrollar de cada individuo. Esto con el fin de comprender las características personales que tienen mayor valor para los mexicanos en el ámbito laboral, así como las causas que generan las distancias perceptuales en relación con el desempeño de las personas. Del análisis de los resultados de una evaluación 360, diseñada con base en las competencias blandas que son consideradas importantes para una empresa mexicana líder en la industria alimenticia, se concluyó que las empleadas suelen tener una autopercepción más alta sobre sus competencias, a diferencia de la percepción que los demás tienen de las mismas. Se considera que la diferencia entre las percepciones, radica principalmente en la realidad de la cultura organizacional, dónde contradictoriamente se considera importante a la persona y la apertura hacia los demás, pero se carece de procedimientos y herramientas con los cuales se propicien espacios de retroalimentación constructiva con base en evaluaciones objetivas sobre el desempeño de las personas. En el mismo sentido, se encontró un desequilibrio entre el enfoque hacia las personas y los procesos, lo cual ocasiona la existencia de puntos ciegos que son pasados por alto o desatendidos, pues mientras algunas personas procuran cero errores procedimentales, otras se orientan a la atención excelente a las personas; pero no existe un punto de equilibrio entre estas necesidades que se deben cubrir dentro de la organización.