Anticiparse al desarrollo de nuevas tecnologías de la información y de la comunicación no es fácil en el mundo actual, debido al acelerado avance que tienen, según la ley de Moore (1965), que indica que cada 2 años se duplica el número de transistores que caben en un microprocesador, dando por consecuencia que la capacidad y velocidad de las computadoras y las redes computacionales para manejar grandes bases de datos y generar salidas de información una vez analizadas, sea cada vez más rápida y eficiente.La utilización de las computadoras en las tareas cotidianas de gestión y ejecución de los sistemas educativos es la norma actualmente, y ya no nos sorprende compartir trabajos escolares vía correo electrónico o es cada vez más cotidiano gestionar la interacción docente -alumno a través de plataformas como BlackBoard (2017) o similares, pero lo que pocos ven acercarse según Débora Schapira (2017) profesora de la Universidad de Torcuato di Tella, es la etapa donde la inteligencia artificial se puede aplicar al aula y a la gestión de las clases escolares. Con esa premisa, la presente investigación buscará describir el impacto que la próxima gran revolución del conocimiento del hombre, como se le está denominando al desarrollo de la Inteligencia Artificial aplicada a la educación, tendrá en el noroeste de México.