La dirección escolar en España, presenta un carácter singular y único (un colega elegido por sus propios compañeros). A dicha “doble identidad” (docente/director), provisional e inestable, se le unen otras duplicidades: gestor/líder, representante de la administración/compañeros (Viñao, 2004; Bolívar & Ritacco, 2016). Se demanda una identidad profesional: sentirse como líder y ser reconocido por sus colegas. En paralelo, el desarrollo de las identidades de la dirección escolar se ha constituido en un nuevo y emergente campo de estudio. Así, dentro del “International Successful School Principalship Project (ISSPP)”, el tercer “strands” de investigación es “Principals’ identities” (Crow, Day & Möller, 2017). Nuestra investigación, que se inscribe en el ISSPP, forma parte de un Proyecto I+D financiado públicamente, titulado “Identidad de la Dirección Escolar”.   En este contexto, los propios directivos, a través de sus Asociaciones, con el apoyo de la Universidad, han tomado la iniciativa para establecer una identidad profesional mediante un Marco Español para la Buena Dirección (MEBD). Esta ponencia describe el proceso de elaboración que hemos seguido en una unión las principales Asociaciones de directivos (FEDADIP, FEDEIP, FEAE). Se han revisado y analizado comparativamente de los principales Marcos para la Buena Dirección en el contexto hispanoamericano (Chile, Perú) y en el contexto anglosajón, principalmente Professional Standards for Educational Leaders 2015 (Murphy, 2017). La fuerza del MEBD es ser expresión compartida, con el consenso y participación de los propios directivos, mediante un proceso de construcción colectiva. La funcionalidad del MEBD es dar visibilidad a la identidad de la dirección, más allá de las regulaciones cambiantes, con el consenso de los directores. Igualmente describimos las dimensiones, competencias y desempeños que lo componen. El objetivo del MEBD es fortalecer el rol de la dirección, no en una línea administrativo-burocrática, sino de un liderazgo pedagógico, necesario para dinamizar la mejora (Fullan, 2016).