La reflexión por el espacio y el lugar que habitamos entendidos como una identidad cultural que ha sido producto de una particular historia social, económica y política, es una de las realidades más latentes que hoy en día atraviesan nuestra cotidianidad y la manera en que como ciudadanos nos desenvolvemos dentro de una comunidad específica. La enseñanza, aprendizaje, práctica y apropiación de la escritura como actividad artística y, por ende, como camino de pensamiento y de expresión, puede nutrirse de nuestra relación con los entornos físicos a un nivel personal y como colectivo social.La escritura es portadora de memoria, temporalidad, imaginación, experiencia, vivencia, presencia, y es también un puente para conectarnos con otras posibles realidades en las que los lugares y espacios desde donde generamos el acto escritural y aquellos en los que metafóricamente nos gustaría estar presentes -ya sea como testigos y/o protagonistas-, se convierten en puntos de partida y puertos de destino verdaderamente significativos en la consolidación de herramientas y recursos para la creación escrita.El taller busca que los participantes elaboren un breve texto de tipo ficcional, poético, o algún tipo de producción que involucre la escritura o la palabra, partiendo del concepto de heterotopía, entendida como el reconocimiento de los espacios diferentes, en donde el espacio-lugar, sea real, imaginado, recreado o resignificado, se convierta en el desencadenante estructural sobre el cual cimentar la expresión escrita. El asumir el entorno en el que estamos inmersos, ya sea como un lugar conocido o como un espacio por ser reconocido, es una cuestión que nos interpela como sujetos sociales, y que puede conducirnos a través de este ejercicio de creación escrita hacia nuevos sentidos, percepciones, consideraciones, y reconocimientos acerca del espacio-lugar propio, el de los otros, y de aquel que es fruto de la comunión de estos.