Las últimas décadas han dejado de manifiesto que el modelo tradicional de enseñanza de la literatura no responde a las necesidades actuales, más aún cuando la escuela ha asumido no solo la responsabilidad de enseñar a leer, sino que también de transmitir el gusto por la lectura. En ese contexto, y con el puje del nuevo modelo de educación literaria y el cambio de paradigma de la teoría literaria –ambos mucho más centrados en el lector-, el Currículum Nacional debiera responder a los nuevos desafíos en torno a la enseñanza de la literatura En ese sentido, el presente estudio busca abordar el concepto de lectura literaria en parte del Currículum chileno, para ver cómo los objetivos de aprendizaje se manifiestan, o no, en función de comprender el disfrute de la lectura como parte de la enseñanza de la literatura. Para ello se realizó un análisis de contenido con la definición de habilidades expresados en la Nueva Taxonomía de Marzano y Kendall (2007), tomando como orientación la dialéctica expresada en el nuevo modelo de educación literaria. Específicamente en torno al desarrollo de la competencia interpretativa y la formación del hábito lector. Se espera que el estudio permita hacer una revisión curricular que dé pie a investigaciones respecto de cómo abordar la enseñanza de la literatura en la escuela, desde su definición en el Currículum Nacional. Lo anterior en la línea de poder orientar políticas públicas y decisiones curriculares a nivel de política de Estado, que consideren no solo una visión instrumental de la lectura, sino que también una que busque priorizar el vínculo de placer entre la lectura y el estudiante. Esto, considerando los principios fundamentales de la UNESCO, que posiciona a la enseñanza de la lectura como eje prioritario en la Declaración de Incheon para la agenda mundial Educación 2030.