A partir de 1936 y 1960 surgen las escuelas especiales, institutos universitarios y centros asistenciales especializados privados y públicos a fin de atender a los ciegos, sordos y retardados mentales, originando cambios en la Constitución de la República de Venezuela en 1961, donde se estable la educación obligatoria para todas las personas incluyendo las personas con necesidades especiales. Muchos países en el mundo se encuentran desde hace cierto tiempo preocupados en la educación que deben ofrecer a las personas con discapacidad, y la formación que deben tener sus docentes a fin de garantizar la equiparación de oportunidades, la permanencia y egreso de profesionales e insertarlos en el mercado laboral. Por otra parte, el incremento en la matrícula de estudiantes con discapacidad en las universidades, aunado a los profesionales no docentes los cuales carecen de conocimientos pedagógicos para poder enfrentar a esta población, es lo que hace imperante tomar cartas en el asunto, en el sentido de romper con los antiguos esquemas de educación para personas sin ningún tipo de discapacidad. De esta manera emerge la inquietud y reto de ahondar bajo el paradigma cualitativo a fin de interpretar la atención de las personas con discapacidad en las aulas universitarias para lo cual se enmarca en el método fenomenológico hermenéutico con la finalidad comprender por qué a pesar de las políticas del estado, no son utilizadas por los docentes las herramientas y recursos contemplados para la atención pedagógica que se debe aplicar a las personas con discapacidad.