Son diversos los autores que reconocen los MOOC como forma emergente de aprendizaje masivo en línea, se destacan por: su carácter masivo, son abiertos y de fácil acceso; son gratuitos (en mayor o menor medida); se basan en la enseñanza en línea; tienen un carácter innovador; son un modelo con recursos de calidad; fomentan el aprendizaje a lo largo de la vida y la formación. Sin lugar a dudas, los MOOC llegaron para quedarse (Cabero & Vázquez, 2014). Las instituciones educativas, especialmente en Europa, realizan la homologación de los cursos que los estudiantes realizan en las diferentes plataformas MOOC, se homologan por créditos académicos, de acuerdo con la modalidad y el área de conocimiento. En Latinoamérica existe un aumento creciente sobre la oferta y demanda de los MOOC, como se manifestó en los informes del observatorio de la red MOOC MAKER. Es evidente el auge de los MOOC y su aporte en la educación como una nueva forma de aprendizaje en línea, pero algunos de los MOOC ofertados por las instituciones educativas, no presentan las características que debe tener un MOOC, se realiza la adaptación de un curso virtual tradicional y se presenta como un MOOC, lo anterior, hace evidente y necesario la propuesta de un sistema de valoración para la construcción de MOOC, que se presente como una guía en su implementación, que permita a las instituciones, primero, conocer cuál es la naturaleza y tipologías de los MOOC;  segundo, el despliegue de un sistema de gestión que identifique los criterios de calidad en las dimensiones estructurales (pedagógica, tecnológica, administrativa, acreditación) y relacionales (interacción del usuario y la plataforma) para organizaciones y universidades de educación superior interesadas a la implementación de MOOC.