El juego de Rol utilizado se lleva a cabo dentro del salón dividiéndolo por grupos. Cada uno de los estudiantes debe elegir uno de los personajes, presentados en la hoja de personajes. Al empezar el juego deben apropiarse del personaje como si fuera ella o él mismo, y desde ese punto en adelante, cada uno deja de ser la persona para convertirse en el personaje y deben hablar y actuar acorde al mismo. Guiados por el “máster” (quien dirige el juego), los personajes se embarcan en aventuras ficticias en las que, por medio de su capacidad de imaginación y astucia, deben crear planes para salir airosos de las mismas, y en el camino podrán complementarse como grupo, unirse y lograr metas en común. Todas las decisiones que los grupos tomen serán mediadas por los dados, que dictarán la magnitud, certeza o desacierto de sus acciones. Al lograr separación persona/personaje, los grupos encuentran la manera de llegar a acuerdos para resolver las situaciones, comprendiendo sus fortalezas y debilidades pueden complementarse en lugar de segregarse, y por medio del juego exponer sentimientos que no les es fácil exponer en la vida cotidiana.  Al lograr esto se puede, como maestros o consejeros, observar la verdadera esencia de las niñas y niños y mostrarles en otros ámbitos, como es posible que ellos se expresen, o ayuden a otros sin dificultad. El juego puede ser utilizado como promotor de saber académico. En mi experiencia ha sido utilizado para matemáticas y en la actualidad es parte de la clase de Español no sólo para el ámbito social sino como herramienta para promover la lectura o profundizarla. El juego permite que los niños se expresen y nos muestren como son realmente. Si el juego les da suficientes herramientas, ellos podrían construir mejores relaciones y mayor empatía.