El presente trabajo aborda la contradicción esencial entre las crecientes demandas que el escenario político internacional actual impone a los egresados de la carrera de Relaciones Internacionales y la posibilidad de que la gestión del proceso formativo y su consecuente diseño metodológico, pueda dar satisfacción a esas demandas de complejidad creciente. La globalización del saber y las Tecnologías de la Informática y Telecomunicaciones (TICS) han establecido cada vez, retos mayores a los procesos formativos de la educación terciaria. Una Carrera debe dar respuesta al requerimiento del contexto socioeconómico, político y cultural y a las competencias, que, en consecuencia, ha comprometido en su Perfil de Egreso. En el caso de la de Relaciones Internacionales, la concreción curricular y sus metodologías deben seguir la trayectoria, que orientan respuestas esenciales a cuestionamientos decisivos tales como; ¿para qué y qué enseñar y aprender? ¿cómo enseñar? Esto exige, por ende, analizar, desde el desarrollo de las competencias comprometidas, la funcionalidad del modelo formativo. Teniendo en cuenta el tipo de especialista en relaciones internacionales que demanda el escenario político internacional actual, abordaremos las competencias que debe tener un egresado de las Relaciones Internacionales, junto a estrategias metodológicas, que validen el modelo didáctico docente correspondiente. Con este propósito, se analizan diversos ejemplos de Modelos Formativos de la Carrera de Relaciones Internacionales, esencialmente de América Latina, a la vez que se comparten experiencias de la puesta en práctica, de un modelo formativo, basado en la Pedagogía Colaborativa