La educación está llamada a guiarnos por el buen camino, entendiendo por buen camino el bienestar de la humanidad en el respeto de cada cultura, y, si la globalización es un proceso inevitable, al menos deberíamos considerar no globalizar la pobreza, la violencia y todo pensamiento o acto que vulnere derechos fundamentales del ser humano. Así, en la búsqueda de una fundamentación que implique mayor significatividad en los procesos de enseñanza y aprendizaje que ocurren al interior de una clase de Educación Física, o de cualquier otra, aparece la pregunta ¿de qué manera podemos alcanzar niveles más significativos en sus procesos de enseñanza y aprendizaje? ¿Cómo puede la Educación Física contribuir a la formación humana de las personas? Las respuestas a estas preguntas se traducen en análisis y reflexiones sobre los conocimientos que serían necesarios para comprender la compleja experiencia de aprender, construyendo relaciones conceptuales entre la teoría y la práctica, entre la experiencia propia y ajena. Es así como, en el presente estudio, se propone el concepto cultura como necesario para un proceso de aprendizaje que supere el nivel de información y busque una formación humana, sensible y afectiva por medio de los contenidos y actividades de la Educación Física. Utilizando un enfoque crítico, dialéctico-reflexivo (Canales, 2006), que, según Sánchez Gamboa (2007), se conoce como filosofía de la praxis. Se utilizan algunos conceptos propuestos por autores como Morín (1990), Maturana (2007), Paulo Freire (1996), Pérez Gallardo (2003, 2013), entre otros. De este modo, se busca ofrecer una propuesta pedagógica con énfasis en una formación más humana,n observando los niveles de complejidad e impacto que puede alcanzar los procesos de enseñanza aprendizaje y que considere la cultura corporal (Neira y Nunes, 2006) desde una visión critica y multicultural del currículo escolar.