Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en el desarrollo de las prácticas educativas, es una realidad que se amplía cada vez a mayor escala. El gran desafío que presentan las políticas educativas que promueven hoy su inclusión en el ámbito escolar, es hacer de ellas un uso significativo, un uso diferencial de otras tecnologías, ya sean pre-existentes y/o convivientes con aquellas que se incluyen a través de la educación digital. El aprendizaje es una dimensión multicausal, en ese sentido, la literatura internacional aún no logra dar cuenta de experiencias empíricas que logren reflejar la contribución directa del uso de las TIC en los logros de aprendizaje. No obstante, su incidencia principal es en relación con el entusiasmo y participación de los alumnos en aquellas clases que sí las consideran para abordar determinadas temáticas curriculares. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través del Plan Sarmiento BA (PSBA), viene desarrollando continuas acciones en esta materia, especialmente en el nivel educativo primario común. Las TIC avanzan a un ritmo desigual del ritmo de los cambios que se introducen en el sistema educativo, sin embargo esta política jurisdiccional ha logrado durante estos años, enfocarse en cuanto el acceso a los dispositivos, logrando que tanto estudiantes, docentes y directivos dispongan de netbooks y notebooks respectivamente. Habiéndose alcanzado este escenario inicial favorable en cuanto a la brecha de acceso, con diferentes niveles de avances,  los esfuerzos se orientan a potenciar el uso y apropiación de las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Si bien es un desafío complejo, que requiere la intervención de múltiples actores institucionales, a nivel escuela y a nivel gestión ministerial, no deja de ser una oportunidad para profundizar sobre políticas educativas del Siglo XXI.