El presente estudio tiene como objetivo describir el perfil de inteligencia de los niños sordos en el Colegio Departamental la Esperanza, en Villavicencio, Meta. La investigación cuenta con un enfoque cuantitativo, diseño no experimental-transeccional; y tipo de estudio descriptivo. Para la realización de la investigación se utilizó el Test de Matrices Progresivas Raven el cual según Echeverry (2011) brinda la posibilidad de la medición de la capacidad intelectual en ámbitos educativos en población con dificultades de lenguaje y audición. Se evaluaron nueve niños sordos con la escala de Matrices Progresivas Coloridas de Raven teniendo una muestra de tipo no probabilístico, intencional. Con respecto a los resultados, la mayor frecuencia del coeficiente intelectual, se relacionó en un CI de 80 y 100 con un 55.5% esto significa que 6 de los 9 niños apuntan a estar dentro del promedio en cuanto a la inteligencia evaluada. Partiendo de ello se puede concluir que la sordera no está directamente relacionada con los procesos ni con los niveles intelectuales en la población intervenida. Attallah, Ahmed y Meisenberg (2014), comentan que los oyentes y sordos cuentan con características similares entorno a la inteligencia; Daza, Silver, Ruiz y Lopez (2014) destacan que existen habilidades en las que el uso del lenguaje no verbal está relacionado con los procesos y niveles cognitivos. Según los estudios mencionados anteriormente, se analiza que la población sorda cuenta con una capacidad intelectual promedio sin que la discapacidad auditiva sea un impedimento para el ejercicio de ejecutar y fortalecer sus procesos cognitivos.