Escribí esta ponencia a partir de los informes que hicieron mis estudiantes del curso Práctica Docente - de la Licenciatura de la Universidad del Valle - sobre observaciones de clases virtuales en una institución pública, donde aplicaron protocolos del enfoque de la Etnografía Educativa, lo primero que emerge en estas escrituras son las situaciones de carencias de toda índole; pero a renglón seguido los y las practicantes registran experiencias que desde mi punto de vista se convierten en pedagogías de la esperanza, porque las profesoras de la I. E. Santa Librada fortalecen el contacto relacional, emotivo, de encuentro a través de las pantallas donde la voz humana principal medio de la oralidad, acoge en la distancia a sus alumnos. Descubro en estos registros cómo, gradualmente, lo emocional se transforma en una didáctica, cómo las voces de los jóvenes mantienen la escuela viva. En este análisis de los informes de universitarios en prácticas demuestro los cambios de perspectivas. Recibí a mis estudiantes en formación con prejuicios que anteponían en sus primeras observaciones, pero en el proceso del curso y con un acompañamiento sostenido, maduraron en la comprensión del momento pedagógico que se vivía, aprendieron a valorar la tenacidad de las docentes que afrontaron una situación de crisis humanitaria, que muy seguramente está anticipando el futuro de la escuela