La docencia es una práctica social compleja que tiene implicaciones tanto públicas como privadas. Es la función sustantiva más importante que se desarrolla en las instituciones de educación superior (IES) del país. Dada su importancia, se asume que la efectividad del desempeño docente es uno de los factores determinantes para mejorar la calidad de la educación. Debido a los diferentes elementos que intervienen en los procesos de enseñanza y aprendizaje, la docencia se puede caracterizar como una actividad compleja, multidimensional e incierta. Bajo esta perspectiva, la investigación educativa considera a la enseñanza efectiva como un constructo hipotético difícil de validar y de evaluar: por un lado, se deben identificar las particularidades específicas de los profesores que contribuyen al desarrollo cognitivo y afectivo de los estudiantes. Por otro lado, se deben considerar las características particulares del contexto institucional, disciplinar y pedagógico en los que se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje (Schoenfeld, 1998; Murray, 2007). En el presente artículo se prosigue con el interés de otros estudios (Contreras & Díaz Quero, 2007: Espinoza Silva, 2009; Ávila Freites, Quintero & Hernández, 2010; Ortiz Fajardo, 2009; Limpias, 2012; Bravo Mancero & Varguillas Carmona, 2015; Abreu, Naranjo, Rhea & Gallegos, 2016; Valencia Martínez, 2017) en torno al uso de estrategias de enseñanza por docentes universitarios de licenciaturas pertenecientes a las áreas sociales, administrativas y jurídicas. Particularmente, se interesa en dilucidar la existencia de relaciones significativas entre el uso de estrategias de enseñanza por parte de los docentes y el área de conocimiento en el que ejercen su labor educativa. Para esto, se centra en la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (UABC) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), México.