Actualmente, Colombia está inserta en las dinámicas migratorias internacionales, no sólo como país expulsor de estos flujos, sino como destino y país de tránsito. La transformación que ha tenido el panorama migratorio colombiano es reciente y obedece a múltiples factores de carácter interno y externo. El caso más visualizado es el de los venezolanos, particularmente en los últimos años. Sin embrago, existen otras nacionalidades que han ingresado al país, como los españoles altamente calificados. Esta situación no sólo ha configurado al país como un destino migratorio, sino ha puesto en evidencia la necesidad de una política migratoria eficaz y capaz de enfrentar los desafíos y las oportunidades que impone la nueva realidad migratoria.