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Este artículo analiza la nueva institucionalidad indígena propuesta por la Presidenta Michelle Bachelet entre 2014 y el 2017. Apunta a determinar si dicha institucionalidad es efectivamente satisfactoria para el pueblo indígena de Chile, y en particular, para el pueblo mapuche. La hipotesis es que la propuesta presidencial no logra responder de manera integra al requerimiento indígena del país, ya que este último se orienta más bien hacia el reconocimiento político y social, la autodeterminación, la autonomía, la participación política y el reconocimiento multiétnico y plurinacional desde el Estado. El análisis se concentra en los principales académicos y activistas del mundo indígena, además de una revisión bibliográfica del tema. El principal hayazgo es que el grado de satisfacción del mundo indígena depende de la posición en la cual se encuentre el individuo. Indígenas en cargos públicos limitan y/o suprimen su oposición a propuestas de tipo institucionales, como las ofrecidas por la mandataria. En consecuencia, y dadas las características de la relación histórica del Estado de Chile con los pueblos originarios, el trabajo expone los antecedentes que permiten sostener que la propuesta presidencial no logra responder ni satisfacer en lo sustancial a las demandas expresadas por los principales actores del mundo indígena y mapuche del país.