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En la Constitución Política de 1991 se introdujeron tres mecanismos de consulta popular en Colombia: los referendos, los plebiscitos y las consultas populares, todos los cuales respondían a la demanda por ampliar la democracia representativa existentes hasta ese momento, mediante la adopción de  mecanismos de democracia directa y de participación que permitieran la incidencia ciudadana en la gestión pública. La presente ponencia analiza la utilización de dichos mecanismos en el nivel nacional a  casi tres décadas de su adopción, resaltado dos características generales. De un lado, el  uso limitado de estos mecanismos  bien sean de  origen  gubernamental, como surgidos por parte de otros actores sociales y políticos; de otro lado, el fracaso de las pocas iniciativas presentadas, que no logran siquiera culminar con  la consulta en las urnas. Al respecto la ponencia analiza tanto las experiencias fallidas y las causas de estos fracasos, como aquellas tres en que efectivamente se ha realizado la consulta: el referendo constitucional “Para luchar contra la corrupción, el desparrame de las finanzas públicas y para fortalecer la democracia”, promovido por   el expresidente Álvaro Uribe (2003), el Plebiscito por la Paz impulsado  por el presidente Juan Manuel Santos (2016) y  Consulta Popular Anticorrupción, liderada  por el Partido Verde (2018).  En este último grupo de consultas, además del análisis comparado de sus contenidos, el contexto en que se desarrollan  y los resultados obtenidos, se examina el avance en la implementación de lo acordado en las urnas, en la perspectiva de lo que estas experiencias están aportando a la construcción de ciudadanía y valores cívicos en la sociedad colombiana.