La tendencia en la última década en Ecuador, está enmarcada en líneas discursivas, que se caracterizan por  promover e  implantar políticas públicas consideradas desarrollistas, evidenciando una necesidad de  romper  con las políticas  neoliberales,  estableciendo políticas con un claro enfoque social; dirigidas  a encontrar una solución ante los problemas de pobreza generadores de la desigualdad social en el Ecuador. Según el criterio ciudadano no fue fácil cambiar la visión sesgada del pueblo ecuatoriano, apegada a políticas neoliberales y tradicionalistas; sin embargo  se evidencia que el  ciudadano ecuatoriano buscaba un cambio; es así que el oportuno surgimiento de  los líderes de la  época hace movilizar a una sociedad que necesitaba un cambio definitivo. En  el Ecuador  la pobreza  y la desigualdad  se han  heredado, producto de las políticas neoliberales e influenciadas por el Consenso de Washington[1].; con una población que para el nuevo milenio, estaba ubicada en los quintiles más bajos de pobreza y extrema pobreza (CEPAL, 2015)[2], INEC, 2013)[3] Las políticas públicas deberán, por tanto, asegurar que el crecimiento esté orientado a reducir la pobreza y eliminar las desigualdades. En suma, no es suficiente entender que el crecimiento es necesario para superar la pobreza, sino que hay que asegurar que los pobres realmente se  beneficien de éste. [1] El fundamento teórico de las propuestas del CW eran la teoría económica neoclásica y el modelo ideológico y político del neoliberalismo. Donde  el sector privado desempeña un papel fundamental en el crecimiento económico; después, con la formulación del Consenso de Washington quedó claro que los protagonistas de las actividades económicas eran el sector privado [2] https://www.cepal.org/es/comunicados/se-estanca-la-reduccion-de-la-pobreza-y-la-indigencia-en-la-mayoria-de-paises-de-america [3] http://www.ecuadorencifras.gob.ec/pobreza-en-ecuador-cierra-el-2013-con-una-caida-de-176-puntos/