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En Colombia se encuentran experiencias significativas de asociatividad para la disminución de la pobreza rural al generar efectos positivos, entre los que se destacan:   la adquisición de poder de negociación, la posibilidad de ganar posicionamiento en el mercado y la formación de capital social que se manifiesta a través de procesos de cohesión social exitosos. No obstante, es conveniente destacar que pueden existir más factores positivos que aún no han sido identificados, los cuales podrían aumentar los beneficios y suprimir los factores negativos que inhiben a la asociatividad. Dado que, hasta el momento, no han sido ampliamente abarcadas las implicaciones que todo ello conlleva en la superación de la pobreza rural, resulta necesario establecer los lineamientos de un enfoque asociativo que contribuya a tal fin, todo esto con base en una caracterización y evaluación de experiencias significativas de asociatividad a través de una metodología cualitativa que dé cuenta de los componentes enmarcados en esta en diferentes escenarios. Por tal motivo, por medio de esta investigación se quiere poner de manifiesto los beneficios que éstas formas de trabajo colectivo presentan para los pobladores rurales y para quienes diseñan políticas de inclusión productiva.