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Una medida efectiva para controlar la evasión tributaria en materia de capitales que emigran al extranjero ha sido la publicación de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (FATCA), promulgada en Estados Unidos en marzo de 2010, como parte de la Ley de Incentivos a la Contratación para la Recuperación del Empleo (HIRE). La Ley FATCA tiene como objetivo reducir la evasión fiscal por parte de residentes de Estados Unidos ya sean personas Jurídicas o Naturales en relación a los activos financieros depositados en instituciones financieras de otros países, fuera de los Estados Unidos. En cumplimiento de esta ley, los países donde las instituciones financieras cuenten con normatividad vinculada a FATCA, estarán sujetos a reportar de manera anual información de ciertas cuentas que contribuyentes de los Estados Unidos mantengan fuera de ese país. Esta información será puesta a disposición del Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos (IRS). En el caso de las instituciones financieras que no cumplan con las regulaciones de FATCA, quedarán sujetas a la retención del 30%, que se aplicará a diferentes tipos de pago con origen en Estados Unidos. En este contexto los gobiernos participantes en esta red de información obtienen mayor evidencia de los países donde están ubicados los capitales de sus inversionistas y están en posibilidad de ejercer mayor control en el pago de impuestos, lo que ha ocasionado un aumento en el interés de fortalecer los lazos y mecanismos de cooperación en el cruce de información entre países, con el respaldo de organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y otros.