No es raro escuchar en medios científicos que urge revisar el contenido de las instituciones de la civilización occidental contemporánea. Un motivo gira en torno a los rápidos cambios que estamos presenciando en las formas de entender el papel del Capitalismo, la democracia y el Estado, entre las principales instituciones. Por ello, los que esto escribimos asumimos la tarea de intentar sustanciar con evidencia empírica el acontecer de dicho fenómeno dentro del medio de la educación superior mexicana, donde los programas oficiales de evaluación externa y de estímulo económico al profesorado universitario proveen de un “aparente” choque de institucionalidades: de la sostenida en el pasado a la actual, así como entre la orientación instituyente oficial y la institucionalidad en transición del profesorado por cohortes generacionales. La comprensión de dicho fenómeno se torne relevante en la medida que las universidades son depositarias de la confianza de la sociedad para vigilar la marcha humanitaria del conocimiento y las consecuencias psico-sociales de la misión intelectual como guía de la ciudadanía y la política. Al ser los profesores quienes transmiten de forma directa a las nuevas generaciones los valores que conforman el futuro, ha lugar a la creación de métodos que permitan verificar los fundamento y los efectos de todo aquello que timonea su comportamiento. Iniciaremos con una síntesis de los principales rasgos institucionales de la acción oficial sobre los profesores mexicanos así evaluados y estimulados, acompañada de un diagnóstico situacional de los efectos instituyentes