Por siglos las universidades han sido motor del desarrollo de la sociedad, mediante la generación de conocimiento, aportando soluciones plausibles a los problemas de su tiempo, o bien, iluminando con la ciencia diferentes etapas de la realidad del mundo y de la persona, permitiéndonos tener una mayor conciencia de nuestro entorno. La generación de conocimiento demanda, además de la observación, la contrastación y la experimentación; una continua cuota de innovación, que demanda flexibilidad de pensamiento, lo que es favorecido por la interdisciplinaridad e interinstitucionalidad en el quehacer académico; además de lo anterior, existe otro componente, que como nunca en el devenir universitario, está presente en la actualidad: el acceso a tecnologías digitales, potenciando formas de intercambio y difusión de conocimiento, que optimicen el “recurso” más valioso de las instituciones académicas, que es el profesor-investigador, aquella persona capaz de la creatividad, enfocada intencionalmente en priorizar la riqueza intelectual sobre la riqueza económica. No obstante estas tecnologías digitales demandan  un manejo adecuado, es decir, una precisa alfabetización mediática que apunte no sólo al consumo de contenidos académicos y mediáticos, sino a su justo empleo para asumir de manera más eficientemente colaborativa la producción y difusión de conocimiento con los diferentes públicos. En este trabajo pretendemos reconocer las diferentes herramientas de tecnología digital al alcance de una comunidad académica específica y medir el grado de uso y alfabetización mediática de dichas herramientas.