Las reflexiones sobre la existencia humana han sido objeto de estudio por varios autores que buscan dejar constancia de los cambios que se van produciendo con el paso del tiempo en la sociedad; por ello, el devenir es la sustancia del ser: donde todo está sujeto al tiempo y al continuo cambio del ser humano y del mundo en el que vive.Dicha historicidad relacionada con la propia realidad en el tiempo ha sido la principal preocupación de Heidegger al determinar que “la muerte es parte de la vida misma y que el morir y la existencia humana son coextensivos desde el punto de vista de su duración: En realidad, el Dasein está muriendo a lo largo de toda sus existencia.” (GUMBRECHT,2004).   Ahora bien, revisando ideologías de impacto socio-cultural del Ser, aparecen elementos que van desde el Ser Natura hasta el Ser Politie: “Nuestro intoxicante de hoy será el vino; mañana será el poder. Mañana nos convertiremos en jueces estrictos sobre la vida y la muerte.” (GUMBRECHT, 2004); ello indica la necesidad constante de que el Dasein debe establecer un diálogo constante entre el amor y la muerte para recuperar valores e ideas que considere importantes en su accionar de mundo.   Por lo anterior, el dasein, es quién da la posibilidad de armonía dentro de los procesos coyunturales de la existencia humana, es el dasein quien día a día vive su propio ser, pero será esto entonces la muerte una expresión hermenéutica del ser existencial?;  la existencia como cuidado, la manifestación y la comprensión hacen parte de esa vivencia que trasciende a las condiciones de la cotidianidad, es donde el hombre como sujeto en el mundo experimenta y descubre al propio ser como apertura a las posibilidades de existencia humana.