Este proyecto se enfoca en el estudio, identificación y análisis de los factores que han derivado en el poder excesivo de los gobernadores en México, que en la actualidad gozan de un alto grado de discrecionalidad en el ejercicio del gasto público.En México desde 1917 el poder estuvo concentrado en la sola figura del presidente de la República, quien tenía un poder solo descriptible como absoluto gracias al dominio hegemónico del Partido Revolucionario Institucional, que ocupaba una mayoría aplastante en los cargos de elección popular. Tanto gobiernos estatales como congresos locales no eran más que extensiones encargadas de ejercer la voluntad que el gobierno federal les ordenaba.Tras décadas en las que el poder hegemónico del PRI fue enfrentando deterioro, fueron requeridas reformas políticas, que poco a poco lo fueron privando de su dominio partidista, lo que culminó con el fin del modelo de gobierno presidencialista. Con la pluralidad política en aumento y la pérdida del dominio presidencial en el país, los gobernadores dejaron de estar alineados con una agenda central. Así este nivel de gobierno ha crecido en autonomía, la cual se ha salido de control hasta derivar en deudas elevadas y congresos locales inefectivos para regular estos problemas.El objetivo del proyecto es analizar qué circunstancias determinan el alto o bajo endeudamiento de una entidad federativa, así como la efectividad de su congreso para intervenir en cualquier medida.