Resulta paradójico, que en escenarios donde se habla del amor y la misericordia de Dios se validen discursos que traen consigo una exacerbada discriminación a la otredad, irrumpiendo en la esencia misma de lo que han creído y contrario a esto, dañan e invisibilizan sin piedad con la premisa de la “salvación”, esa que debe llegar a cada rincón, que es incuestionable y posee la verdad absoluta, la misma que desconoce las múltiples realidades que permean al ser humano y pretende osadamente leerle de manera homogénea, la cual, según el modelo eurocéntrico debemos agradecer, ya que éramos almas perdidas e indignas que lo único que poseíamos era grandes riquezas. Como diría Galeano (1971) “Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia”, fue así como nos  silenciaron y colonizaron los múltiples saberes que se gestaban a lo largo de América Latina, ya que los mismos al estar fuera del modelo eurocéntrico, eran considerados como primitivos y subdesarrollados. El presente texto es un ejercicio académico, critico-reflexivo, que tiene por finalidad cuestionar cómo desde escenarios de fe, la política desarrolla todo un clientelismo electoral (y manipulación)  que ha influenciado en decisiones sociales, económicas y políticas, trascendentales para Colombia. Para este caso, se hará mención a cuatro importantes procesos, ocurridos en los últimos dos años: 1) Referendo sobre la adopción igualitaria; 2) Cartilla educativa “ambientes escolares libres de discriminación. Orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela”; 3) Plebiscito sobre los acuerdos de Paz de Colombia; 4) Elecciones presidenciales (2018-2022).