Entender el fenómeno del paramilitarismo en Colombia supone un análisis multidimensional que varía desde su denominación y conformación hasta los mecanismos de acción y reacción, de esta manera la discusión sobre su origen supone un debate público frente a la relación de dichos grupos ilegales con representantes de la política nacional, regional y local, por ello, el paramilitarismo como un instrumento de contrainsurgencia según Griffin 1986 (citado en Librado, 2012) plantea la creación de un andamiaje que combina técnicas políticas, económicas y militares con el fin de moderar los cambios políticos para derrotar a una insurgencia subversiva.Para ello, en Colombia se dictan medidas de disposición para la creación, regulación y cooperación de estructuras de Autodefensas Agrarias en el año 1965 – 1968, estas medidas que contendrían todo el andamiaje constitucional para actuar dentro de lo “legal“ se dio mediante el Decreto 3398 de 1965 en el periodo presidencial de Guillermo León Valencia, así, se organiza la defensa del territorio Nacional mediante la creación de la Dirección Nacional de Defensa Civil, quien era el órgano encargado de regular la creación de seguridad privada en los territorios con poca presencia institucional y donde habían problemas de orden público, que posteriormente el Presidente Carlos Lleras Restrepo consolidara con la creación de la Ley 48 como un elemento constitucional para desplegar permanentemente y bajo el cobijo de la constitución de 1991 las acciones contrainsurgentes en articulación con privados en defensa de los intereses particulares y Nacionales como lo retratan los compiladores Sánchez y Peñaranda (1995 P.355) el temor de las elites de perder sus privilegios sociales, económicos, políticos e institucionales profundizaron  el “rechazo a la participación de las masas inspirado en el temor a la perdida de exclusividad de las elites en la toma de decisiones”