Este escrito tiene como propósito contextualizar las prácticas en nuestra experiencia como profesionales de la Secretaria Distrital de Integración Social ubicada en la ciudad de Bogotá - Colombia, específicamente en las Localidades Santa Fe y Candelaria. Desde el rol de acompañantes sociales, ejecutamos intervenciones colectivas con poblaciones de adultos mayores que se encuentran en un alto grado de vulnerabilidad y fragilidad social al experimentar situaciones de violencia, abandono y soledad, donde nos valemos de actividades artísticas, lúdicas y psicológicas, como manera de dinamizar los encuentros pedagógicos grupales, para así impactar dicha población con el objetivo de contribuir en la reconstrucción de su tejido social a través del reconocimiento de la persona mayor y la consolidación de redes de apoyo. Lo anterior, nos ha permitido aproximarnos a otras formas de aprender y enseñar junto con los participantes del Proyecto 1099: Centro Dia Años Dorados “Envejecimiento Digno, Activo y Feliz”, y de este modo reflexionar como el arte y la psicología articuladas, pueden promover el desarrolllo de estrategias de afrontamiento y la resignificación de las problemáticas sociales que afectan a las personas mayores. Las artes son componente esencial en la formación de los individuos, desde el arte visual y el teatro, intentamos proporcionar a los adultos mayores formas de dar color en expresiones únicas de sus propias historias personales, saberes y sentimientos, permitiéndoles explorar nuevas ideas, acercarse desde distintas perspectivas a su realidad para reconstruirla y así participar, conocer y empoderarse de sus derechos. En este sentido, nuestra práctica como acompañantes sociales, nos exige asumir responsabilidades en propiciar la educación desde las prácticas que nos generen disfrute en compañía de grupos humanos multiculturales, tomando en cuenta las reminiscencias, sentimientos y experiencias de las personas mayores; en un espacio de protección que les permite ser validados y reconocidos.