El presente artículo pretende mostrar desde una perspectiva cualitativa, el papel que desempeñan las docentes en la transmisión y reproducción de los roles de género y pautas de comportamiento en el interior del aula de clase. Como bien se reconoce, a lo largo de la historia, la sociedad ha otorgado diferentes funciones a la escuela. Una de las más importantes es la de socialización, con los profundos significados e implicaciones que tiene no solo en el aspecto inmediato de formación de nuevas generaciones sino en su impacto sobre el tejido social. En ella se mezclan aspectos culturales, económicos y de relación social que de una u otra forma determinan la actuación de los individuos, sus conductas, concepciones del mundo e ideologías, etc. La escuela, entonces, afianza el proceso de socialización de niñas y niños y puede reafirmar los roles de género como algo natural y propio para cada sexo, o, por el contrario, cuestionar y modificar lo aprendido en el ámbito familiar con respecto a los patrones culturales de género. Para recabar la información empírica se utilizó el método etnográfico y sus técnicas. El escenario lo constituye el aula de clase de dos escuelas de básica primaria ubicadas en una ciudad colombiana. Ello porque la vida de niñas y niños y de las docentes transcurre gran parte del tiempo en la institución educativa y en el aula de clase, de ahí la importancia que estas tienen como escenarios vivos de relaciones donde se intercambian directa o indirectamente ideas, valores e intereses diferentes mediante los discursos y procesos de comunicación.