A través de la presente ponencia propongo una mirada al totalitarismo desde las condiciones de dominación propia de su naturaleza y la contra-dominación que tiene lugar en el espacio humano de la mujer. La potencialidad liberadora la desarrollaré desde las propias condiciones socio-antropológicas que hace de la mujer-madre el centro de la cultura venezolana. Me planteo trabajar la cultura matricentrada como contra poder, pero descentrada del poder y ubicada en la relación interhumana como condición última de liberación. Entendiendo que la liberación es ya un acontecimiento del poder. Me interesa destacar las condiciones culturales propias de los pueblos, su potencialidad heurística, sus condiciones históricas capaces de limitar el poder totalitario. Me detendré en un análisis del régimen totalitario venezolano basado en dos experiencias nefastas: Libia y Cuba, con políticas basadas en las diferencias biológicas, de clase y en el control social. Me interesa destacar dos bloques de poder. Dos condiciones humanas contrapuestas. Dos posibilidades de vivir y ser en el mundo: las controladas por los sistemas totalitarios y las propias de los pueblos que pretenden ser controlados. Movimientos hacia la sumisión y movimiento de resistencia-liberación. El poder de las culturas frente al totalitarismo es la principal fuente de lucha, de aquí que propongo la matricentralidad como resistencia y liberación.