La comunicación como hecho social, comprende una serie de fenómenos bastante complejos en los que se amalgaman las formas de relacionamiento humano y además dota de significado a las posiciones ideológicas que adoptamos.En ese panorama, como parte del avance tecnológico, irrumpe Internet y revolucionó todos, o al menos casi todos, los espacios y dinámicas sociales, además de instituciones y hasta los grandes medios de comunicación, haciendo que el campo de estudio de la Comunicación Social, afronte nuevos retos.El presente trabajo busca reflexionar sobre cómo en un contexto de conflictividad social se construyen las identidades a través de Internet y de qué manera las mismas se estructuran en un cuerpo social capaz de desencadenar grandes movilizaciones y hasta lógicas de organización distintas a las tradicionales. Para lograr explicar estos puntos, partimos de dos teorías: La primera, los movimientos sociales en la era de Internet y la acción conectiva; y la segunda, sobre marcos de significado, las cuales nos servirán para analizar el caso de la aprobación de la Ley N° 30288, promovida por el expresidente del Perú, Ollanta Humala, y que rápidamente despertó la crítica de organismos de la sociedad civil, sindicalistas, militantes de partidos políticos y activistas debido a que, decían, vulneraba derechos sociales, económicos y laborales.Veremos cómo los implicados/as se organizaron a través de las redes sociales y crearon marcos de significado a partir de su condición de jóvenes a los que se pretendía “esclavizar”, construyendo a su paso un relato favorable a su lucha, además de cuestionar la forma  que hasta el momento habían utilizado los partidos políticos y diferentes gremios para encausar las demandas populares, hasta la confrontación con el gobierno y los medios de comunicación.