La llamada la cuarta transformación (4T), 2018-2024, implica reformas estructurales de las políticas hacia el campo para atender a la población más desprotegida. Pero también se propusieron cambios en la estructura y funcionamiento de la SAGARPA, ahora SADER, y de sus políticas, así como en la ejecución de los programas. Por lo cual estos nuevos programas se encuentran en las siguientes encrucijadas: ¿programas de transformación con los viejos técnicos que brindan la asistencia y asesoría técnica?, ¿con las viejas tecnologías?, ¿con los anteriores canales de mercado?, ¿con la participación de los viejos “líderes” políticos o “sociales”?, ¿con la vieja visión sectorial de las políticas públicas?, etc. Se realizó un estudio de la aplicación de las políticas públicas hacia el campo en el sexenio anterior, en 22 comunidades de 12 municipios de 6 estados del sur y sureste del país. En el cual mediante la aplicación de encuestas, entrevistas estructuradas a productores cooperantes, funcionarios locales, municipales y estatales, se determinó la aplicación de no más de 5 programas por municipio cuando a nivel nacional existen más de 100. Persistiendo la pobreza, inseguridad alimentaria y poca atención a la agricultura familiar. Ante la problemática detectada se propone: diseñar y operar proyectos integrados regionales y locales, con esquemas de financiamiento conjunto, enfoque de género y cultural, desarrollo de capacidades y asistencia técnica, integrando a las instituciones educativas y de investigación. De forma coordinada, mediante la metodología y enfoque de la agricultura multifuncional, enfocadas territorialmente, para transferencia de innovaciones y tecnologías acordes a las condiciones y demandas locales de las UP familiar menores a 5 has, que se encuentran en situación de pobreza e inseguridad alimentaria.