Actualmente el Artículo 2° de nuestra Carta Magna, señala que nuestra Nación tiene una composición pluricultural apoyada de forma original en nuestros pueblos indígenas, entendidos estos como aquellos descendientes de las poblaciones que ocupaban el territorio de nuestro país al dar inicio la colonización y que aún hoy conservan sus instituciones sociales, políticas, económicas y culturales o parte de ellas. Lo anterior es resultado de importantes reformas ocurridas durante entre 1992 y 2001. Sin embargo aún hoy, no resultan del todo palpables los beneficios que estas reformas deberían aportaran al desarrollo  de los pueblos indígenas de nuestro país, para lo cual resulta necesario desarrollar y aplicar políticas públicas interculturales; que superen el indigenismo y el multiculturalismo, favoreciendo la verdadera integración de nuestros pueblos originarios a la vida política, social, económica y cultural de la Nación. En este sentido las universidades están llamadas a ser nuevamente receptoras de todas las ideas y  promotoras de soluciones ágiles,  acordes al mundo posmoderno y globalizado, que se nos presenta en una vorágine de cambios las más de las veces precipitados. La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, desde sus inicios, ha sido una universidad humanista, que responde a los más nobles principios de la educación plasmados profundamente en nuestras raíces por  Don Vasco de Quiroga. En el presente trabajo planteamos que para fortalecer y potencializar esas características en nuestra máxima Casa de Estudios es necesario incrementar las acciones de discriminación positiva en favor de los estudiantes indígenas, así como que existan iniciativas como el Programa de Apoyo a Estudiantes Indígenas de Michoacán (PAAEIM), para favorecer la visibilización de nuestras culturas indígenas y el fortalecimiento  jurídico de la interculturalidad en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.