Colombia se ha pensado como un país productor de migrantes debido a mas de seis décadas de conflicto interno armado, pero solo hasta el último quinquenio y mas particularmente en el último año, ha tenido que enfrentar el fenómeno migrante como receptor, sin estar preparado para ello pues adolece de políticas públicas, programas, planes y proyectos, salvo aquellos que se van estructurando sobre la marcha para atender el problema de manera directa, atacando los síntomas pero sin abordar realmente el problema. Si bien las problemáticas derivadas del fenómeno migrante afectan a todos los sujetos implicados, hay grupos dentro de ellos que, por sus específicas condiciones, suelen resultar particularmente violentados. Es el caso de niños, niñas adolescentes, considerados hoy por el derecho internacional, como sujetos de especial protección. Se pretende entonces dar cuenta de los planes, programas y proyectos que ha desarrollado el municipio de Medellín para atender a la población infantil migrante, particularmente en lo que tiene que ver con el acceso a la educación, la atención primaria en salud, y el acercamiento a medidas de restablecimiento de derechos por parte del ente oficial en Colombia. Este acercamiento, inicialmente de corte estadista, pretende problematizar la experiencia migrante al reconocer que el eje central de estas vulneraciones no está en la población migrante legal, la que aparece en los registros, sino en la ilegal, invisibilizada, estigmatizada y temerosa, situación que se agrava si los sujetos que la padecen son niños, niñas y adolescentes.