Según Bruner el lenguaje es la herramienta más poderosa para organizar la experiencia y, lo que es más importante, para constituir realidades. Hablar de raza y racismo es hablar de lenguaje, y requiere una revisión crítica; pensar cómo se han construido realidades raciales a través del discurso; de la nominación y bajo ciertas lógicas argumentativas y narrativas que se han ido renovando a través del tiempo. Esta ponencia analiza el problema del discurso y su relación con el racismo. Plantea el problema de la representación del sujeto racializado, en particular el sujeto negro, e intenta proponer la idea de una gramática del racismo, que responde a un discurso hegemónico blanco que se ha ido construyendo históricamente en torno al concepto de raza, en una lógica de clasificación y categorización a partir de rasgos fenotípicos y características culturales, que ha terminado con la muerte, la opresión y la exclusión de millones de seres humanos.